Cuáles son los íconos en altura que caracterizan a nuestra querida Córdoba capital? Yo diría tres: “La Torre Angela”, el Hotel Sheraton o más comúnmente llamado “rulero gigante” y la chimenea de la ex Cervecería Córdoba en Alberdi.
Hoy a las 11 hs se procederá a la demolición de este último emblema cordobés, a pesar del nostálgico esfuerzo de los vecinos que organizaron un abrazo simbólico al edificio para evitar que la implosión lo derrumbe para siempre.
A veces las razones de seguridad esgrimidas (las recientes tormentas desprendieron los últimos ladrillos de su cúpula de 45 mts, la cual data de 1917) no son suficientes para quienes hemos vivido teniendo esa imagen como marca visual de nacimiento, convertida ya en un totem que representaba el esbelto orgullo de ser la identidad de un barrio y la dignidad de pertenecer a una fábrica de marca propia y que estaba en su apogeo.
Cuando la fábrica funcionaba, la chimenea lanzaba vida a través del humo y el sonido tan característico parecía el de un gran buque llamando a zarpar rumbo al crecimiento.
Hoy desearía que se repita la historia del viejo Dique, cuando los incrédulos que pidieron su demolición se quedaron estupefactos al ver lo inamovible que era. Mi fantasía sería que dentro de unos minutos las explosiones no derriben a ese coloso que siempre nos saludo en cada comienzo del día, donde retumbaron goles y que parecía que siempre iba a estar.
Y de no ser así, que caiga con la solemnidad de un grande, levantando la suficiente nube de polvo que parezca una gran espuma de cerveza.
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