sábado, 30 de enero de 2010

Tristezas del alma



Hay días que marcan un antes y un después en nuestras vidas, para bien o para mal, y este es uno de esos días para mi.

A mediados del año pasado despedí a mi primo Eduardo Farias, más conocido como “Do”, quien viajó hacia lo que él consideraba “su lugar en el mundo”: Punta Cana, ubicada en la isla de República Dominicana, hoy famosa por lo ocurrido en Haití.

Luego del reciente sismo escribí varios mails preguntándole si estaba bien, temiendo lo peor. Me tranquilicé cuando leí en Internet que en donde él vivía no habían sufrido derrumbes ni daños menores.

Sin embargo, por esas cosas del destino, mis miedos se hicieron realidad … a veces uno desearía que los sueños fueran lo único que se concretaran, pero a veces eso es solo un exceso de esperanza y optimismo.

Hoy, mientras viajaba en trole me empecé a sentir descompuesta… me faltaba el aire; pensando que era la presión baja probé con ingerir varias cosas dulces … y nada … pocas horas después la respiración del Do se cortaba para siempre por un infarto, a pocos días de su cumple Nº 51. Casualidad?, no lo creo, cuando las personas logran una conexión especial esas cosas se presienten.

Por qué hacer público un dolor tan sentidamente personal?. Sencillamente porque necesito creer que no se fue, que va a seguir siendo el fanático admirador de los escritos de este blog, que en algún lugar él esta recibiendo estas líneas y que se siente orgulloso de que le haga un merecido homenaje.

Compartimos cinco meses juntos, creo que el sentía que había caído en un agujero negro en su vida al volver a la Argentina, ya que aquí no encontraba consuelo ni orientación para su crisis existencial, laboral y sentimental.

Lo ayudamos como pudimos, pero su necesidad de volver al paraíso que lo había albergado por 8 años (donde no lo discriminaban por su edad para darle nuevas oportunidades), lo hicieron volar y seguir con su gran pasión: la fotografía.

Desde allá me envío su ultimo mail con esta foto (entre muchas otras), que fue la ultima que nos tomamos juntos, poniendo la cámara en automático. Esa noche brindamos por los reinicios y los reencuentros. Aun lo veo saludándome desde la luneta del taxi, con una profunda tristeza camuflada tras la sonrisa.

Su deseo había sido el de morir en la isla, por lo que no volveremos a verlo ni siquiera para despedirlo contemplándolo desde su sueño eterno. Aunque propusimos recordarlo como que sigue vivo, solo que lejos, de viaje, como siempre … la verdad es que algo se rompe y muere dentro nuestro, y no hay ilusión o fantasía que lo sane o resucite. Uno siente que la vida se vacía de sentido, como si los colores se transformaran en sepias o se viera el porvenir fuera de foco.

Cuando el corazón explota en miles de kilómetros, uno se reconstruye con la ilusión del próximo mail, la próxima llamada, el próximo reencuentro. Ahora que pienso que el último mail lo recibí el 11 de enero de este año, su última llamada a fines de diciembre del 2009 y la última vez que lo vi a fines de agosto del año pasado … es algo difícil de comprender y aceptar.

Si la vida de un ser amado se apaga, también nos produce un apagón en el alma, y nos quedan dolores ajustados al cuello, rasguñando el corazón y lavando la mirada. Un sin fin de preguntas sin respuestas, de reproches sin sentido, de puntos suspensivos …

Solo resta seguir viviendo con los ausentes presentes en nuestro corazón, agradecer que él se haya cruzado fugazmente en nuestros destinos, así como saber que la vida es una carrera y quien se va nos deja la posta para continuarla y superarla.

Este blog es para vos, mi DO: GRACIAS y BUEN VIAJE!!!

miércoles, 27 de enero de 2010

"Estamos en el horno" ... diría este hornero:



Con la crisis energética que hoy padecemos todos los cordobeses, esta pintoresca foto de una lámpara encendida en pleno día podría hacernos imaginar que el hornero, sobre ella instalado, estarìa deseando abandonar su "cálido" hogar, por lo cual pondría el siguiente aviso clasificado:

“Regalo monoambiente de barro en altura, vista panorámica a la ciudad de Córdoba, sobre importante boulevard y poste, con servicio de luz incluido aunque con funcionamiento discontínuo e ilógico por los constantes y sorpresivos apagones, lo cual convierte al depthorno en un sauna de día, con lámpara convertida en pantalla solar y paredes de barro a un paso de transformase en fangoterapia. Consulte ya ... o está en el horno".

Esta foto salió en la tapa del diario La Voz de hoy, y el epígrafe también tiene un poco de nuestro humor característico:

“Al mediodía de ayer, el hornero que vive en una columna de boulevard Los Andes, tenía un privilegio para los días que se viven en Córdoba: era iluminado por una lámpara prendida en un horario insólito. Más allá del beneficio del que gozaba, el pájaro prefirió volar, ya que el Sol y la lámpara le daban demasiado calor”.

martes, 26 de enero de 2010

Dejar de sentir



"¡Señores pasajeros, les pido un momento de su amable atención!" ...

cuando un vendedor ambulante o algun mendigo sube al colectivo y nos solicita la atención, generalmente revoleamos la mirada y seguimos contemplando el recorrido a través del escape visual de la ventanilla.

Sin embargo, hoy a la noche subió a la línea T un señor mayor, calvo pero con barba larga, y acompañado de su hijo pequeño, se identificó como un artesano que habia sido saqueado en Salta y al verse sin sus herramientas de trabajo, llegó a Córdoba con toda su familia haciendo dedo y comenzando de cero.

En un primer momento pensé que iba a hacer pasar a su hijo a retirar la dádiva a cambio de nada, esgrimiendo solo el certificado de pobreza y desdicha, como lo hacen muchos ex combatientes o victimas de enfermedades terminales que suben exhibiendo foliados certificados médicos con sellos que pocas veces uno puede o quiere chequear.

Para mi sorpresa, no apeló a ese golpe bajo, todo lo contrario, sacó de su mochila un manojo de chupetines y él mismo empezó a repartilos entre el resto del pasaje. Con esa humilde entrega, cosechó no solo monedas sino también billetes, algo inusual.

Lo examiné detenidamente, quería intuir a través de sus facciones o expresiones el grado de honestidad y veracidad sobre lo que estaba diciendo, pero no me sentí del todo convencida por lo tanto tampoco conmovida como para movilizar mis inertes manos en busca del monedero, y solo atiné a devolverle el chupetin.

Me quedé pensando en mi alto grado de ya no sentir ni creer, y en ese momento recordé una nota que salió el domingo en la sección de Opinión de La Voz del Interior, titulada "Semáforo en rojo: dejar de sentir", de la periodista Marta Gurvich, y que a modo testimonial y muy fidedigno con lo que había vivido, relata la siguiente historia:

Soy una cordobesa más circulando en las calles de Córdoba. Como todos, me sorprendo si alguien me cede el paso, me indigno cuando el de atrás enciende las luces altas y agradezco el mes de enero, porque el tránsito fluye casi en orden.

En cada esquina, imploro que el semáforo siga encendido en verde. No tanto por el apuro sino porque cuando está en rojo, yo ya soy otra persona, que lucha consigo misma, que libra internas discusiones éticas hasta que, a los fines de detener mis pensamientos inquietantes, dejo de sentir y me libero.

Porque cuando el semáforo se pone en rojo aparecen los mendigos, mujeres harapientas, niños sucios, descalzos y despeinados, adolescentes de ojos vidriosos con miradas perdidas, el borracho de siempre que me golpea el vidrio del auto, los limpiaparabrisas, los malos malabaristas, los vendedores de cosas inútiles.

Personas de carne y hueso, como yo. Personas que sufren, que piden, que insultan, que agradecen, que sonríen las más agradecidas de las sonrisas. Personas a las que el odio se les encarnó en la espalda, se ve; personas que hacen mimos a sus niños en la esquina, con el amor más puro. ¿A quién le doy? ¿Cuánto le doy?¿Le sacarán las monedas? Pero esto no alcanza para nada. No hay que darles. Sí hay que darles. ¿Se comprarán droga? ¿Y si se drogan? ¿Y si no les doy, terminarán robando? !Pero yo no tengo la culpa! ¿No la tengo? !Quisiera ayudar! Si le doy a este niño, ¿lo seguirán teniendo en la calle? ¿Cuánto salen las agujas? Tomá los dos pesos y quedatelas, venderlas de nuevo. ¿... está trabajando y yo le estoy diciendo que es mejor mendigar?

Esquina tras esquina. Este fin de semana me di cuenta. Terminé de leer El hombre en busca de sentido , de Viktor Frankl. Es un libro que yo nunca hubiese comprado, porque cuenta sobre el Holocausto y son historias a las que siempre escapo. Frankl cuenta cómo los prisioneros de los campos de concentración sobrevivieron dejando de sentir, desconectándose del dolor propio e inmunizándose del ajeno.

Se enciende el semáforo en rojo y la gente, luchando por sobrevivir, aparece y desaparece detrás del volante.

domingo, 17 de enero de 2010

"Haití estaba borrado de la vida antes de que el terremoto lo borrara de los mapas"



Luego de conmoverme con la noticia de las muertes y los destrozos por el terremoto en Haití, en primer lugar quise compartir a través de este humilde espacio una forma de extender la ayuda solidaria desde Córdoba: para hacer donaciones contactarse al consulado de Haití en calle Ituzaingo 167 piso 5º o al Tel: (0351) -423-7284.

Y en segundo lugar, extenderles unas reflexiones publicadas en la sección de opinión de La Voz del Interior, donde Jorge Camarasa, bajo el título de LEJOS, nos acerca a una cruda realidad que debería movilizarnos como una especie de sismo producido en el interior de nuestro ser humanitario:

“Haití sin terremoto, ¿no debía estremecernos lo mismo? (…) Haití estaba borrado de la vida antes de que el terremoto lo borrara de los mapas. (…) Casi un 70 por ciento de la población vivía en la pobreza, que resultaba tan extrema que la mayoría de los habitantes no podía comprar los alimentos básicos y subsistía con una especie de galletas hechas de barro, manteca vegetal y sal, lo que traía secuelas incontrolables de desnutrición”.

Palabras duras de una realidad que sacude ahora pero que debería dolernos desde mucho antes del terremoto.

viernes, 15 de enero de 2010

Diario de bicicleteras



No será como en la película "Diario de motociclista" con figuras como el Che Guevera y Diego de la Serna, pero ni bien llegamos a Mendoza alquilamos bicicletas y así arrancamos con nuestro diario (hoy devenido en blog) de bicicleteras. Recorrimos Bodegas, Villavicencio, Alta montaña, rafting en Atuel, Cañon del Atuel, museos, zoo, pubs, Termas de Cacheuta, plazas y parques ... a continuación un breve repaso de lo que hicimos y es apto para todo público:

Palabras mágicas



Siempre me cautivó el marketing turístico, no sólo por sus mitos y leyendas sino por los nombres cautivantes con los que las ciudades bautizan a esos lugares que presentan con orgullo a través de palabras mágicas.

Así, en la excursión de Alta Montaña, conocí algunos sitios tan encantadores como sus nombres, los cuales estaban a la altura de su magnificencia y de sus picos montañosos, tales como: "Cordón del plata", "Ciudad fantasmal de Paramillo", "Hotel Cacheuta o el Titanic de Los Andes", "Arroyo de leche", "Cerro Obispo", "Cerro del Plata", "Caracoles de Villavicencio"; así como algunos exóticos y atractivos nombres en lengua quechua como Cacheuta, Nihuil, Atuel, etc. Una forma de amar a esos paisajes desde el inicio del mismo nombre.

Montañas Multicolor



Los hermosos paisajes montañosos de la precordillera y de la cordillera llevan como huellas digitales el tallado de los glaciares que se derritieron, la meteorización de las rocas y la fosilización de la vida que existía en el fondo del mar.

Todo ese mundo quedó petrificado en la cadena montañosa que obnubila con sus distintos paisajes a todo viajante, extranjero o local. Los colores van del amarillo (en el que predomina el azufre como mineral), rojo (el hierro oxidado), blanco (cal), distintas gamas de marrones, morado, negro o grises (de las rocas volcánicas),verdes y el hielo en los picos.

Una verdadera paleta natural de colores plasmados en líneas, grietas y formas varias que invitan al turista a divisar las figuras de animales, aviones, momias, monjes, mendigos, etc.

Todo un mundo donde la imaginación proyecta verdaderos espejismos rocosos.

Obediencia subliminal



Ni bien llegas a la terminal de ómnibus de Mendoza aparece un cartel publicitario que dice: "No llegaste a Mendoza hasta que pediste una cerveza Los Andes" ... y como somos chicas muy sugestionables y vimos el cartel varias veces, sucumbimos a más de un brindis espumoso.

Esperando el tranvía



Es imposible no sentirse atraido por ese simpático y antiguo vagón que se llama TRANVIA DE COMPRAS y que por sólo un peso te hace dar un paseo por las principales avenidas de compras del centro, unas 40 cuadras a la redonda. Tiras de una cuerda y la campana suena. Un paseo comercial y también por el tunel del tiempo.

Flor de nabas ...



"Y aquí en Mendoza la flor provincial es la JARILLA ... y en Córdoba?" nos interceptó la guía de turismo a las únicas 2 cordobesas en un contingente de casi 20 porteños.

Aquí en Mendoza, la "Tierra del Sol y del buen vino" nos relacionan a los cordobeses con "la tierra del fernet", suerte que no mencionaron el cuarteto, sino con un movimiento de manos cuartetero le entonàbamos un ¿quieeeeen se ha tomado todo el vino, eh, eh eh, eh?!.

Quien sepa cuál es nuestra flor nacional participa por un sorteo de una colección de folletería turística de Mendoza con el sello de la Secretaría de Turismo del lugar!! ;)

Señalizaciones con brújula incluída



Como toda turista apelamos a planos, mapas y al famosos "disculpe, me podría decir ...?", pero observando los carteles de señalización céntrica notamos que debajo del nombre de la calle y su numeración había una segunda línea que agregaba: 7 norte, 3 oeste, 5 sur o 2 este.

Es que en Mendoza hay 2 calles principales que son los ejes cero o de partida, así la Av San Martín divide el norte del sur y la Av Colón marca el este y el oeste, a partir de ahí van en aumento el número de las cuadras en dirección a su punto cardinal. Para quien además del plano, olvide también su brújula ... Mendoza lo orienta.

Lea ... luego corra !!!



En algunos edificios pueden encontrarse estos afiches que instruyen a los turistas cómo proceder ante un movimiento sísmico y que, salvo que tenga unas copas de más, sepa diferenciar que es un indicador de ponerse a resguardo.

Plazas como refugios antisísmicos



Lo primero que me impresionó de las plazas mendocinas fue saber que la principal (Plaza Independencia) ocupa 4 manzanas y es el lugar de exposición de los artesanos y que a equidistantes cuadras de cada unos de sus vértices hay 4 plazas mas chicas (plaza Chile, Italia, España y San Martín) que llevan sus nombres en señal de agradecimiento a los países que ayudaron a la reconstrucción de la ciudad luego del sismo de 1861.

Lo segundo que me sorprendió fue conocer la razón por la cual hay tantos espacios verdes (incluyendo también la grandes hectáreas del Parque San Martín y del Parque Central): dichos espacios verdes no solo son los pulmones verdes para la ciudad sino fundamentalmente funcionan como principales refugios antisísmicos.

Hasta las escuelas ponen en práctica los simulacros de salir corriendo hasta la plaza más cercana como una medida para protegerse de lo que pueda sobrevenir ante un terremoto, por más que las construcciones ya sean antisismicas.

La Barcelona de América



Así le decía Sarmiento a Mendoza. Conociendo su plaza España se entiende parte de esa forma de llamarla ya que se puede ver cómo todo a su alrededor explotó en una especie de caleidoscopio de diminutos cerámicos multicolor: desde sus bancos, fuentes, bebedero y bases de los faroles tienen la impronta de la mayólica. Todo un placer visual.

En busca de la catedral perdida



No estábamos en busca del arca perdida, como en Indiana Jones, sino de una simple lógica histórica: dónde estában la iglesia catedral y el cabildo que por lo general rodean a la plaza?.

Pensamos que quizás, por tratarse de la tierra del buen vino y del buen beber, todo cambia de lugar, siguiendo el razonamiento de un bebedor desorientado.

Sin embargo, encontramos una explicación más que interesante. Resulta ser que el sismo de 1861 derrumbó todos lo edificado en esa área fundacional medocina, tras lo cual sobrevinieron 3 dias de incendios (las viviendas rústicas y el combustible como único iluminador fueron como la pólvora y el fuego luego del sismo), 3 dias de inundaciones ya que las acequias habian quedado obstruídas por los escombros y luego sobrevinieron las epidemias sanitarias.

Esta serie de catástrofes obligaron a mudar la ciudad a otra zona lejos del epicentro del sismo. Así es que el nuevo resurgir de los escombros llevó a delinear una nueva ciudad de una manera totalmente diferente a la anterior, no se respetó el orden conservador-español de contornear la plaza principal con los edificios tradicionales, sino que se adoptó el modelo liberal-francés que tendía a descentralizar todo, por lo que la iglesia y el centro cívico quedaron ubicados a varias cuadras de la plaza Independencia, y en diferentes direcciones entre si.

Por lo que conocer tales construcciones se convierte en una especie de búsqueda del tesoro en Mendoza, que se compensa con un buen vino como premio.

¡Cuidado, acequias!



Un cartel apropiado para un turista que no es de la región de cuyo sería el de: "¡Cuidado, acequia!" ya que todas las cuadras se encuentran enmarcadas por acequias y las calles también son como puentes para esos canales de riego.

Esa agua fresca y continua baja de los deshielos de la montaña, va por los ríos, llega al dique, pasa por los canales y desemboca en esas acequias.

Por eso los árboles son tan frondosos, de tronco ancho y con raíces que no levantan las veredas.

Memoria petrificada



La obra de arte que heredé de mi abuela Irma fué un cuadro del Puente del Inca que tengo colgado en la galería de casa. En este viaje a Mendoza pude conocer ese mismo paisaje sin lienzo de por medio. Alli si dejan un objeto debajo del agua, a los 20 días lo sacan hecho piedra, de un color marrón claro y con las marcas de las líneas del agua plasmados en él.
Por lo visto tanto mi abuela como la naturaleza son autoras de artesanías. Por que así como hay objetos que se solidifican en esas aguas, también hay recuerdos de las personas que se petrifican para siempre en las pinceladas de un paisaje plasmado en un cuadro.

La memoria petrificada

La obra de arte que heredé de mi abuela Irma fué la pintura del Puente del Ica que colgué en la galería de mi casa. En este viaje pude conocer el motivo de su pintura, sin lienzo de por medio.

Debajo del Puente del Inca corre un río, y si dejan un objeto debajo de sus aguas, a los 20 días lo sacan hecho piedra de un color marrón claro y con las marcas de las líneas del agua impresas.

Por lo visto no sólo mi abuela sino también la naturaleza hacen arte. Porque así como hay objetos que se solidifican en esas guas, también hay recuerdos de una persona que se petrifican para siempre en las pinceladas plasmadas en el marco de una vida.

Frío, tibio ... caliente!!



Las termas de Cacheuta son unos piletones escalonados en la montaña donde el agua termal se puede disfrutar en sus más creativas y naturales formas: cascadas, yacuzzi, lluvia, pileta, fuentes y canales. El paisaje se complementa con miradores y toboganes de agua. Un verdadero oasis de aguas con distintas temperaturas que invitan a disfrutar hasta que se arruguen los dedos, cuyas marcas se asemejan a los surcos montañosos que nos rodeaban ... como si estuviésemos en las tibias manos de Dios y sus dedos montañosos también hubiesen estado sumergidos en tanta belleza natural.

Viaje a nuestro interior



Haciendo turismo todo lo que veíamos nos sorprendía porque nunca antes lo habíamos visto o por que lo adaptábamos a nuestros intereses o a nuestra identidad. En este caso nos hicimos eco de cosas que nos identificaban, y lo hicimos a nuestro estilo: con humor. Después de todo, es cierto eso de que los caminos siempre te llevan al mejor destino: conocer el interior, no solo de nuestro país, sino fundamentalmente de uno mismo.

Uvas en parrales y en paredes



Cada protesta toma la característica del lugar, país o región; por lo que la vid no podía estar ausente de los mensajes contestarios del reclamo mendocino.

Rafting




En Córdoba consumía Rafting pero como gaseosa, acá en Mendoza lo probé como deporte, y me refrescó igual. Aquí hay ríos angostos pero muy caudalosos, por lo que existen 6 categoría de Rafting según el grado de dificultad de cada cauce.

Navegar un río nivel 2 o 3, en un gomón a remo, llevando casco y salvavidas, es una aventura con vértigo pero sin grandes riesgos, salvo cuando los guías se convierten en niños que jugaban con nuestra inexperiencia mezcla con susto, convirtiendo a los rápidos en una carrera en donde el impulso que le dábamos a los remos era para estrellarnos con otros gomones o para producir choques contra las paredes rocosas, cual botecitos chocadores.

También se divertian tomando como rehenes tripulantes de otros gomones o salpicándonos con los remos. Pero de seguro la emoción suprema es ver de cerca un "bache" en medio de la espuma, o una piedra filosa a la que va derecho el bote, en esos momentos las instrucciones de remo (adelante, atrás, alto)se respetan con obediencia militar mezcla desesperación por permanecer sobre el gomón.

Todo el que vá a Mendoza y no hace rafting se vá sin sentir el latido de su tierra, el cual sólo se ausculta llendo por las venas acuosas del Atuel.

Te pido un taxi ...



En toda valija de viaje no puede faltar ropa, calzados, dinero y un buen libro. El que quería leer lo conseguí en una liberia mendocina, "Te pido un taxi" es su título, pero como no tenían cambio, salí y volvi al lugar. El vendedor que me había atendido me miró como desconociéndome entre el resto de los clientes, al rato hizo un gesto de repentino reconocimiento y gritó: "Ah!, esperame que TE PIDO UN TAXI!" ... muy ocurrente, estos vendedores nos quieren robar el ingenioso y espontáneo humor cordobés!!!.

Alcanzá el Punto G ...



En algunas esquinas céntricas mendocinas hay chicos uniformados con remeras azules que dicen "Alcanzá el Punto G". ¿De qué se trata? ¿de un nuevo turismo sexual?.

La publicidad gráfica es igual de misteriosa ya que habla de que muy pronto ibas a descubrir el Punto G, pero nuestra curiosidad desbordó cuando estos promotores nos interceptaron preguntándonos si queríamos trabajar 4 horas diarias por $1.000 ... ¿cómo es eso? ¿reclutamiento sexual en público?! ... decidimos preguntar y descubrimos que se trataba de una original campaña de búsqueda de personal para un call center que se llama Global Gest (cuyo logo es una G destacada dentro de un punto) ...

y si trabajás buscando hacer buenos contactos ahí, de seguro tendrás satisfacción "laboral" garantizada ;)

¿Preguntonta o furcio?



Entramos a conocer la sede del diario local más importante de Mendoza, LOS ANDES (hay otros medios de menor importancia como Uno, El Sol, Diario de Cuyo y Ciudadano). Quien respondía nuestras preguntas nunca se imaginó que una cordobesa (no vamos a delatar cual de las dos fué) le planteara este interrogante: "¿Cuándo se FUNDIÓ este diario?" ... silencio ... corrección inmediata: "Perdón, ¿cuándo se FUNDÓ?" ... en ese momento el caballero respondió con comprensión y rogando para sus adentros que esa pregunta-furcio nunca llegase a tener respuesta.

Dakar ... No da ...



El recorrido del DAKAR interrumpió nuestro plan de conocer Ciudad Fantasmal de Paramillos (son las ruinas de un poblado minero Jesuita del Siglo XVII) y las minas de Paramillo ... pero el DAKAR postergó el viaje y nuestro inminente regreso a Córdoba convirtió a la excursión en una verdadera "Ciudad fantasmal" ya que nunca la pudimos ver ... Asi que a falta de fotos de las minas de Paramillo: aquí va una con un coche, de extraño diseño, de la carrera que tampoco vimos.

Fotos mentales



Había un alemán en una de las excursiones que viajaba sólo, la guía le preguntó si no tenia cámara fotográfica, el turista asintió y señaló su cabeza, específicamente la sien.

En mi caso, aunque registré cada momento con fotografías, hay ciertas sensaciones que me llevo reveladas sólo en mi corazón; más precisamente el momento de la noche y el rincón de mi cuarto entre el biombo artesanal y los ventanales con la vista de la ciudad, con la luz del velador dándole al ambiente una tonalidad color sepia. Momentos especiales que solo se registran en el alma.

Por último, por lo bien recibidas que nos sentimos en el monoambiente donde paramos, tenemos el placer de recomendar a quienes viajen a Mendoza, que contraten el alojamiento con Elsa Vega de Mendoza Alojamientos, contactándola por mail: mendozatealoja@yahoo.com.ar o telefónicamente a los Tel: 0054-261 4222276
0054-261 156598267. Esta es mi forma de agradecer el haber cumplido y superado las expectativas que teníamos, así como una manera de premiar su buena onda, energía y forma de ser tan expeditiva.
¡¡¡GRACIAS ELSA ... GRACIAS MENDOZA!!.