lunes, 13 de julio de 2009

Zapatillas colgadas, mito urbano-marginal



Siempre me he preguntado qué significado tienen las viejas zapatillas que, unidas por los cordones, penden del tendido eléctrico en algunas esquinas de los barrios. Desde conjeturas ingenuas hasta ideas mafiosas circularon por mi mente sin darme cuenta que esa extraña fisonomía barrial ya forma parte de las leyendas urbanas de las grandes ciudades. Las teorías pesadas dicen que son la señalización del lugar donde se encuentra el puntero (leader) que vende drogas en esa delimitada zona liberada del control policial (según el número de zapatillas colgadas y la posición de éstas, indicarían el tipo de sustancia que se vende), también como una demarcación del sitio donde la mafia ha matado a un delincuente o una constancia de robo ya que al asaltar a una persona el ladrón le indica que se quite el calzado y lo arrojan allí para dejar constancia de su «hazaña». . Otras versiones que circulan en el imaginario popular hablan de peleas entre bandas quienes, ante la derrota, en vez de flamear el clásico banderín blanco, cuelgan los guantes pandilleros, es decir: cuelgan las zapatillas en señal de reconocerse vencidos ante el adversario marginal. Nada de pensar en algo simple como que las zapatillas cuelgan de los cables por una simple competencia de chicos que en una aburrida siesta inventan juegos de destreza o por una simple pero impráctica cuestión de airear los malos olores del calzado. Aunque uno puede pensar en una simple broma (y de seguro las habrá), las deshilachadas zapatillas también pueden indicar la frontera del territorio de una banda callejera así como un anuncio barrial que va desde celebrar el fin de un curso académico, anunciar un matrimonio próximo, la pérdida de la virginidad, el fin de la milicia o un nacimiento para dar buena suerte de que el niño tenga buen pie . Por lo visto el mito urbano siempre roza más lo marginal y lo delictivo que lo lúdico o artístico. Algunos ya le han dado una novedosa denominación: “Shoefiti”, se trata de un juego de palabras en inglés que combina los vocablos zapato y graffiti, clasificando esta vieja costumbre de zapatillas colgantes como un arte alternativo. Quien hace homenajes artísticos colgando zapatillas por el mundo es el artista Juan Domingo Santamarina, en Roma colgó sólo zapatillas negras como forma de recordar a las víctimas del fascismo; a este argentino no le falta puntería ni creatividad para usarlas también como crítica a la sociedad de consumo utilizando sus mismas armas, su ingenio seguirá mientras no avance la tecnología inhalámbrica. Tal vez existan muchas explicaciones racionales o irracionales para levantar la vista y ser observados soberbiamente por un par de suelas que se balancean, entre ellas: que sea un acto de reivindicación machista ya que siempre son zapatillas y nunca calzado con tacos; una señal de protesta de gente pobre y desganada que las usa como una pancarta implícita que dice “arriba los vagos”; como una forma de simplificar el trabajo de los Reyes Magos; como un mensaje de crecimiento de un niño cuyo nuevo calce lo hace sentir que ya es mayor; como la metáfora del hombre soñador que quiso caminar hacia el cielo y sentirse libre de las ataduras que lo acordonaran a la tierra; quizás Gonzalo de la novela "Los exitosos Pells" hizo el recambio de sus zapatillas rojas y colgó las viejas; o una moderna cenicienta que se cansó de esperar que un príncipe suburbano hiciera la prueba del calce, o como una original vidriera que expone innovadores calzados voladores que dejan huellas aéreas. En Bs. As. las zapatillas colgadas ya son un ícono-homenaje por los jóvenes que murieron en el incendio del boliche en Cromagnon, por lo cual colgaron cientos de zapatillas (muchas de ellas pertenecientes a las mismas víctimas) a lo largo de Av. de Mayo las cuales tenían escritas leyendas como "Justicia por nuestros callejeros". En tanto que en la película "El gran pez" (Big Fish) colgaban las zapatillas que traía el nuevo habitante del pequeño pueblo como símbolo de que nunca más se iría de la ciudad. Si bien es más común verlas en zonas urbanas, también se balancean en cables que atraviesan campos o en cercanías a diques, ya que en estos lugares esta práctica se utiliza para pedir que llueva en años de sequía.Por lo visto, los códigos para descifrar los distintos mensajes depende de cada cultura o sub-cultura así como de la imaginación de quien levante la vista y observe cómo, un triste par de zapatillas en desuso, se colgó de los cables … suicidándose.

No hay comentarios:

Publicar un comentario