viernes, 15 de enero de 2010

Rafting




En Córdoba consumía Rafting pero como gaseosa, acá en Mendoza lo probé como deporte, y me refrescó igual. Aquí hay ríos angostos pero muy caudalosos, por lo que existen 6 categoría de Rafting según el grado de dificultad de cada cauce.

Navegar un río nivel 2 o 3, en un gomón a remo, llevando casco y salvavidas, es una aventura con vértigo pero sin grandes riesgos, salvo cuando los guías se convierten en niños que jugaban con nuestra inexperiencia mezcla con susto, convirtiendo a los rápidos en una carrera en donde el impulso que le dábamos a los remos era para estrellarnos con otros gomones o para producir choques contra las paredes rocosas, cual botecitos chocadores.

También se divertian tomando como rehenes tripulantes de otros gomones o salpicándonos con los remos. Pero de seguro la emoción suprema es ver de cerca un "bache" en medio de la espuma, o una piedra filosa a la que va derecho el bote, en esos momentos las instrucciones de remo (adelante, atrás, alto)se respetan con obediencia militar mezcla desesperación por permanecer sobre el gomón.

Todo el que vá a Mendoza y no hace rafting se vá sin sentir el latido de su tierra, el cual sólo se ausculta llendo por las venas acuosas del Atuel.

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